Sentido del gusto.

 Este sentido juega un papel muy importante en la nutrición, ya que gracias al gusto se seleccionan los alimentos según los placeres derivados de su consumo; es decir, cada persona va formando un patrón alimenticio de acuerdo a los sabores que le parecen más agradables y, elimina aquellos que le disgustan.




El esqueleto de la lengua está formado por el hueso hioides, la membrana hioglosa y el septum medio, sobre el que residen los músculos linguales que permiten su movilidad.

Se trata de una estructura osteofibrosa recubierta de una mucosa que facilita, entre otros, el proceso de deglución.

Podemos distinguir cinco partes diferenciadas en la estructura de la lengua:

La cara superior, sobre la que encontramos distintos tipos de papilas gustativas que distinguen una amplia variedad de sabores.

La cara inferior, que reposa sobre el suelo de la boca. En el mismo encontramos el frenillo lingual, que nos permite controlar los movimientos linguales, los orificios de salida de las glándulas salivales submandibulares y de las sublinguales.

En contacto con las arcadas mandibulares, encontramos los bordes linguales. Una de sus cualidades es la presencia de unos filtros de bacterias.

La base de la lengua está conectada con los músculos milohioideos, genihioideos, con el hueso hioides y, gracias a la existencia de tres pliegues glosoepiglóticos, con la epiglotis.

La punta lingual -o vértice- es la responsable del saboreo de los alimentos.





https://www.clinicaferrusbratos.com/lengua/funciones-de-la-lengua/




Comentarios